Un corazón de madre
2 Timoteo 1:1-11
1.- La madre y la abuela: Eunice y Loida
Todo empieza con una pequeña niña judía que vivía en Grecia, fue educada en la fe de los judíos, conocía lo básico de la ley y las costumbres principales de los judíos.
Esa joven se casó o la casaron con un joven griego, seguramente vivió un matrimonio con muchas diferencias, sufriendo las consecuencias de haberse casado en yugo desigual.
Tuvieron un hijo a quien le pusieron por nombre Timotheos, en griego “temeroso de Dios”, quizá no fue constante en asistir a la escuela de los griegos, pero aun así seguramente fue educado en la literatura de Homero, gimnasia y artes, que era lo básico que debían aprender los jóvenes griegos.
Sin embargo su mamá no dejó de enseñarle las costumbres judías: como la mishna Deuteronomio 6:4-6.
“¡Escucha, Israel! El Señor es nuestro Dios, solamente el Señor. 5 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. 6 Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego.”. NTV
Aprendió la esperanza de un Mesías, la celebración de la pascua y los libros básicos de la ley.
Quizá al quedar viuda su madre Loida, vivieron juntos con Eunice y Timoteo, así ayudó a reforzar la fe en el Dios de los hebreos.
Cuando Pablo pasó en su primer viaje misionero por Listra ellas creyeron en Jesucristo como Mesías y Timoteo también.
2.- Timoteo el hijo.
Para su segundo viaje Pablo le pidió que se fuera con él para ayudarle en la misión, a pesar de ser algo delicado de salud como se advierte después se fue con Pablo y su madre lo dejó ir, quizás para ese entonces era viuda, pues no se menciona al padre.
Timoteo era un poco retraído y enfermizo, (1 Timoteo 5:23. 23 No bebas agua solamente. Deberías tomar un poco de vino por el bien de tu estómago, ya que te enfermas muy seguido.)
Sin embargo el llamado al ministerio fue tan fuerte que ni su mamá se opuso a este divino llamado. Tuvo que ser circuncidado por causa de los judíos.
Hechos 16:1-3. 1 Pablo fue primero a Derbe y luego a Listra, donde había un discípulo joven llamado Timoteo. Su madre era una creyente judía, pero su padre era griego. 2 Los creyentes de Listra e Iconio tenían un buen concepto de Timoteo, 3 de modo que Pablo quiso que él los acompañara en el viaje. Por respeto a los judíos de la región, dispuso que Timoteo se circuncidara antes de salir, ya que todos sabían que su padre era griego. NTV
Timoteo tenía buen prestigio entre los primeros discípulos de Listra e Iconio, Pablo después se dio cuenta que estaba bien instruido en las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento. O sea, fue educado en la de fe.
En segunda carta Pablo le escribe a Timoteo, como un testamento espiritual lo trata como amado hijo espiritual y lo exhorta a mantenerse fiel dice 2 Timoteo 3:14-16.
14 Pero tú debes permanecer fiel a las cosas que se te han enseñado. Sabes que son verdad, porque sabes que puedes confiar en quienes te las enseñaron. 15 Desde la niñez, se te han enseñado las sagradas Escrituras, las cuales te han dado la sabiduría para recibir la salvación que viene por confiar en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. 17 Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra. NTV
Vio el ejemplo de su mamá y su abuela y la fe ambas era sincera. Una fe autentica porque no solamente la ejercían los domingos, sino todos los días y en todo momento.
Aceptó que era pecador, pero que Cristo era la nueva pascua que era el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Es a Timoteo a quien Pablo le dice una verdad tremenda; en 1 Timoteo 1:15 dice:
15 La siguiente declaración es digna de confianza, y todos deberían aceptarla: «Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores», de los cuales yo soy el peor de todos. NTV
Cuando mi esposa y yo dimos una plática para adolescente y padres en Toluca, hace muchos años, hicimos un ejercicio que incluía la pregunta ¿Cuál fue la fuente de calor espiritual cuando tenías entre 7 y doce años de edad? la mayoría expresó que fue su abuela, y en ese grupo estaba un varón que salió de una colonia muy fea de Toluca, vivía en donde nosotros les llamábamos los del río, que eran nuestros vecinos los vándalos, a quien había que temerles. Ahora lo vimos totalmente cambiado, gracias al testimonio de su abuela.
3.- Enseñanzas para nosotros hoy:
Un corazón de madre:
- Enseña a sus hijos un gran respeto por las Sagradas Escrituras, Lee la Biblia sola y con sus hijos. nunca es demasiado temprano para empezar ni demasiado tarde para seguir enseñándole.
- Sabe que es pecadora, y necesita a Cristo, así como sus hijos. Tu hijo no es la persona buena que te imaginas, también es pecador y se nota por sus berrinches su egocentrismo. También necesita tener un encuentro personal con Jesucristo.
No es que sus amiguitos le enseñaron a portarse mal sino que es su corazón de pecador que “fabrica sus ídolos”.
- Comparte su testimonio con sus hijos. Enséñale también algunas de las experiencias que has tenido. La madre de Lemuel (¿Salomón?) le exhortaba a cuidarse de las mujeres y del vino. Proverbios 31:1-9
- Ora siempre por sus hijos y con sus hijos.
- Practica una fe auténtica, porque cuando es fingida se nota, se descubre y por eso muchos jóvenes rechazan la fe de sus padres. Él aprende del ejemplo, así que te conoce si tu fe es fingida de domingo o de todos los días, pues te conoce a todas horas del día: en conflictos, crisis, gozo prosperidad y en todo momento.
Enseñanzas para el hijo.
- Hijo no desprecies la fe tu madre
- Estudia con ella las Sagradas Escrituras las cuales te pueden sabio para la salvación que es en Cristo Jesús.
- Vive tu vida con una fe autentica, como tu madre.
- Se obediente a tu madre y a tu padre, pues es el primer mandamiento con promesa.
- Entrega tu vida al Señor Jesucristo, no importa la edad que tengas.
- Memoriza algunas partes básicas de la escritura: El Padre nuestro, El Salmo 23, Los diez mandamientos, Juan 1:1-18.
Da gracias a Dios por tu madre, y más si vive todavía, dale gracias a Dios y exprésale a ella que la amas y realiza cosas buenas para ella.
Gracias Señor por nuestras madres.
