El pacto de Dios

Génesis 11:10 – 12:8

1.- Abraham el personaje más relevante después de Jesucristo

Ahora Génesis nos presenta a Abraham el personaje de más relieve de toda la Biblia:

  • Mateo presenta a Jesucristo como el hijo de Abraham.
  • Pablo dice que somos los verdaderos hijos de Abraham, y
  • Jesús dice que los creyentes al morir van al seno de Abraham.
  • También dice que muchos gentiles, de oriente y del occidente, se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos.
  • Dios mismo se identifica como el Dios de Abraham, Isaac y Jacob.
  • El apóstol Pablo habla de la fe de Abraham y dice que debemos tener esta misma fe si nos vamos a salvar.
  • También se insiste en que la historia de Abraham prueba la doctrina de la justificación por la fe.
  • Un conocimiento de la persona y vida de Abraham es esencial para una correcta comprensión de la Biblia.

Es posible, seguramente, ser salvo sin saber de la historia de Abraham, si uno se arrepiente de sus pecados y confía en la obra de Jesús para el perdón, pero no es posible comprender la Biblia y vivir una vida cristiana de confianza y seguridad sin tener este conocimiento.

El relato de Abraham empieza desde el 11:10 que retoma la historia del 10:22-23, resalta que Abraham es hijo Sem. Lo importante no es cada generación sino el linaje. El propósito de la Biblia es hacernos ver la providencia especial de Dios, recordando su pacto y efectuando nuestra salvación.

El capítulo doce comienza con un “pero” que lo conecta con el capítulo 11. “Pero Dios había dicho a Abram…” esto indica que fue antes de salir de Ur de los caldeos. Abram solo sabía que iba a una tierra que Dios le mostraría.

Abram tuvo que cumplir con tres mandamientos, podríamos decir extraños:

  • Tuvo que salir de su tierra,
  • tuvo que dejar a su parentela, y
  • tuvo que abandonar la casa de su padre. Aunque esto lo cumplió hasta que se separó de Lot.

Abram vivía en Ur de los Caldeos, era un idolatra, (Josué 24:2) y de allí lo sacó Dios para que tuviera una nueva vida, en estrecha relación con Dios, pero separado de los demás. Sería una vida solitaria.

2.- Pacto de Dios explicado y ampliado.

Dios le promete a Abram cuatro cosas que están íntimamente relacionadas: Una tierra, un lugar donde viva el pueblo de Dios; Una nación grande, no solo para engrandecer a Abraham sino para cumplir los propósitos de Dios; Bendición especial para Abraham, que llegará a tener un nombre importante y; Todo lo anterior no solo para que Abraham lo disfrutara sino para que fuera bendición a muchas tribus, pueblos y naciones. A todas las familias o etnias de la tierra. Cumpliéndose así lo que oramos en el salmo 67.

Es una promesa estimulante, o, más bien, una combinación de promesas, muchas y sobremanera grandes y preciosas. Aquí hay cuatro promesas:

1.- Una tierra. Aunque aquí no le dice que esa tierra será de él, pero más adelante se lo dice y ratifica.

2.- Haré de ti una nación grande. Cuando Dios le sacó de su pueblo, prometió hacerle cabeza de otro. Esta promesa fue: Un gran alivio para la carga de Abram, porque no tenía hijos en este momento y Una gran prueba para su fe, porque Saraí era estéril.

3.- Una bendición especial que implica:

  • Te bendeciré. Deja la casa de tu padre, y yo te daré una bendición paterna.
  • Serás bendición; esto es “Tu felicidad será un modelo de felicidad”, “Tu vida será una bendición para los lugares en que tú permanezcas”.
  • Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré. Esto implica una nueva relación entre Dios y Abram. Dios tomará en forma personal el trato que le den a Abram como si fuera un trato directamente con Dios.
  • Engrandeceré tu nombre. Al abandonar su patria, dejó allí su nombre. Al no tener hijos, temía quedarse también sin nombre; pero Dios iba a hacerle una gran nación y, por consiguiente, un gran nombre.

4.- Serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Ésta fue la promesa que coronaba todas las demás, porque apunta hacia el Mesías, en quien todas las promesas son Sí y Amén (2 Co. 1:20).

  • Jesucristo es la gran bendición del mundo, la mayor que jamás el mundo haya podido disfrutar.
  • Es una bendición para la familia, pues por él entra la salvación en casa (Lucas 19:9).

El pueblo de Dios, desde su inicio, ya que aquí comienza formalmente el pueblo de Dios, como un pueblo separado y distinto de los demás, pues existe para los demás, a favor del mundo entero. El pueblo de Dios es parte de la bendición que Dios da a todas las familias de la tierra.

3.- La respuesta de Abraham

Abram obediente siendo un “joven” de 75 años sale de Harán, hacia el lugar que Dios le había indicado. Va con todo lo que tenía, pues va a hacer una nueva vida, y para ser él el pueblo de Dios, aunque no sabía dónde iba.

Llegando a Siquem, a la mitad del camino entre el mar de galilea y Jerusalén, que no tenían esos nombres en ese entonces, Dios detuvo a Abram y le dijo que este era el lugar. La descendencia de Abram y no Abraham mismo, sería el dueño de esta tierra; pero Dios indica sus planes para el porvenir y el lugar donde los realizaría.

Abram al oír esta indicación de Dios, construye un altar, pues sabe que la única manera de relacionarse   con Dios es por medio del sacrificio.

Repite este acto más tarde cuando llega cerca del lugar que más tarde sería Bet-el, casa de Dios. Abraham tenía el hábito de reconocer la obra de Dios y expresar su gratitud, conformidad y dependencia por medio de este acto significativo y profético. Dice que “invocó” el Nombre de Jehová, o sea, llamó al nombre y se llamó por el nombre de Dios.

Este pasaje se conoce como el pacto de gracia, junto con otros dos capítulos posteriores, mismos que veremos más adelante. Este pacto descansa sobre la fidelidad de Dios, Dios hará todo lo necesario para garantizar que en Abraham serán benditas todas las familias de la tierra.

Es un pacto perpetuo e irrevocable, esta promesa más adelante, no sabemos cuánto tiempo, será ratificada, ahora mediante una ceremonia tradicional en esos tiempos que se realizaba entre un rey vencedor y un rey subyugado. Así una definición de pacto, no tan profunda, pero real es “Pacto de gracia es una promesa que Dios hace a su pueblo con un juramento de que lo va a cumplir fielmente”. Seguiremos en los siguientes mensajes hablando del tema.

Nuestra respuesta Gálatas 3:6-18

El apóstol Pablo hablando de esta promesa nos asegura que es en Cristo como nosotros alcanzamos por la fe la bendición y que ésta bendición es el perdón de pecados, la justificación por la fe y la promesa del Espíritu Santo.

Por eso cerramos con Gálatas 3:16 Dios ha dado las promesas a Abraham y a su hijo. Y noten que la Escritura no dice «a sus hijos», como si significara muchos descendientes. Más bien, dice «a su hijo», y eso sin duda se refiere a Cristo.

Fuentes:

Nyenhuis Gerald “El origen de la promesa, tomo 1 Publicaciones el Faro 1999.

Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bı́blico de Matthew Henry (pp. 35–38). 08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.

“Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.” (Gen 12:2)

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