Dios reafirma su pacto con Abram

Génesis 17:1-27

Recibimos consuelo conociendo a Dios el Todopoderoso y sus planes bondadosos para su pueblo

Ante la pregunta ¿Qué, o quien nos podría consolar ante la pérdida de un ser querido? Encontramos infinidad de respuestas desde dinero, sustituirlo por otra persona, viajar, olvidarse de todo, etc. Pero  He encontrado que aún en tiempos de sufrimiento y duelo, es consolador saber de los planes del Dios soberano y de lo que ha estado haciendo en la historia. Porque si Dios no controlara aún un centímetro cuadrado del universo, entonces no sería digno de confianza. Por eso en su Palabra encontramos sus planes y siguiendo nuestra meditación en Génesis encontramos en el capítulo 17 que Dios reafirma su pacto con Abram y se revela como “El-Shaddai”, el Dios Todopoderoso.

1.- El Todopoderoso se revela

1Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. 2Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. 3Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:

Esta benévola visita de Dios a Abram fue trece años después del nacimiento de Ismael. Los hombres de Dios no reciben consuelos especiales todos los días. “De este lado de la tumba, disfrutan de suficiente alimento, pero no gozan de un banquete continuo”. Así pasó con Abram.

Se le apareció Jehová, en la Shekinah, con algún visible despliegue de la presencia gloriosa de Dios, dirigida particularmente a él.

Abram se postró sobre su rostro. Como quien estaba sobrecogido por el resplandor de la gloria divina. Como quien estaba avergonzado de sí mismo al pensar en los honores que se le hacían, siendo él tan indigno.

Dios se identifica con el nombre de El-Shadday  el  Dios Todopoderoso o, mejor dicho, el Dios Todo-suficiente. Dios es para el creyente el Bienhechor, el   Dios Todo-suficiente y Todo-necesario; con Él, nada es necesario; sin Él, nada es suficiente.

Dios demanda una vida perfecta en relación a Dios. Esta relación implica una vida de conducta diferente. La fe y la moral siempre van juntos en la relación del hombre con Dios. Anda delante de mí, y sé perfecto. Es andar delante de Dios en nuestra integridad. Es estar interiormente con Él en todas las obligaciones pertinentes al culto.

Comprendiendo esto nos damos cuenta de que no podemos ser perfectos pero que sólo nuestro Señor Jesucristo tuvo en esta tierra una vida perfecta, por lo que en esto nos sustituye y nos impone su justicia. Para que Dios nos declare inocentes o sea justificados solo por la fe. Romanos 5:1.

2.- De Abram a «Abraham»

4He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. 5Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. 6Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.

I. Se le promete a Abram que será padre de muchedumbre de gentes; esto es:

  • Que su descendencia según la carne será muy numerosa.
  • Que todos los creyentes de todas las edades serán considerados como su descendencia espiritual, y así será llamado, no sólo el amigo de Dios, sino el padre de los creyentes.

II. En prenda de esto le fue cambiado el nombre de Abram, padre excelso, a Abraham, padre de muchedumbre. Esto era: 1. Para honrarle. 2. Para animarle y confirmar su fe.

3.- El pacto

7Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. 8Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.

I. En este capítulo se repite doce veces la palabra PACTO. Resaltan tres cosas acerca del pacto:

  • Es establecido; no será alterado ni revocado.
  • Es vinculado; es un pacto, no sólo con Abraham, sino también con su descendencia después de él, y no sólo con su descendencia según la carne, sino con su descendencia espiritual.
  • Es un  pacto de gracia repite 8 veces  MI PACTO y éste es perpetuo.

II. El contenido del pacto: recordamos que el pacto es una promesa con juramento. Pero ya hemos visto varias promesas integradas en un solo pacto: Ahora presenta otra vez dos de ellas que son verdaderamente todosuficientes:

  • 1. Que Dios será el Dios de ellos. “Yo seré tu Dios”. Lo que es Dios en sí mismo, eso será para su pueblo: lo guiará y aconsejará con su Sabiduría. Serán protegidos y sostenidos con su poder Y serán sustentados, consolados y apoyados con su bondad.
  • 2. Que Canaán será su posesión perpetua (v. 8). Y debe considerarse a esta tierra como el tipo de la felicidad celestial, el reposo perpetuo que todavía le queda al pueblo de Dios (He. 4:9). Abraham fue un extranjero  en esa tierra, y el Canaán celestial es la tierra de la cual todavía somos extranjeros, porque todavía no se ha manifestado lo que seremos.

4.- La señal del pacto

9Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. 10Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. 11Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. 12Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje. 13Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo. 14Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto.

La señal del pacto, que es la circuncisión, por causa de la cual el pacto mismo es llamado por Esteban “el pacto de circuncisión” (Hechos 7:8). Es llamado señal y sello (Romanos 4:11), “Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia;”

Era una confirmación a Abraham y a su simiente de las promesas que eran la parte de Dios en el pacto.

  • La circuncisión era una ordenanza sangrienta; porque todas las cosas, según la ley, eran purificadas con sangre (He. 9:22; v. Éx. 24:8). Pero, una vez derramada la sangre de Cristo, todas las ordenanzas sangrientas han quedado abolidas.
  • Era sólo para los varones, aunque las mujeres estaban también incluidas en el pacto, porque el hombre es cabeza de la mujer.
  • El prepucio es una parte oculta de su cuerpo, porque la verdadera circuncisión es la del corazón (1 Co. 12:23–24).
  • La ordenanza había de ser administrada a los niños cuando tenían ocho días.
  • Los hijos de los extranjeros, cuyo cabeza de familia era el dueño de la casa, tenían también que ser circuncidados (vv. 12–13), lo cual era una medida favorable para los gentiles, quienes a su debido tiempo habían de ser introducidos, por fe, en la familia de Abraham (v. Gá. 3:14.)
  • El desprecio de la circuncisión era un desprecio del pacto; si los padres no circuncidaban a sus hijos, se exponían al castigo, como le pasó a Moisés (Éx. 4:24–25).

4.- De Saraí a «Sara»

15Dijo también Dios a Abraham: A Saraí tu mujer no la llamarás Saraí, más Sara será su nombre. 16Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella. 17Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rio, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir? 18Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti. 19Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él. 20Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación. 21Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene. 22Y acabó de hablar con él, y subió Dios de estar con Abraham.

I. La promesa hecha a Abraham de tener un hijo de Sarai pues también ella vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella

  • Dios revela gradualmente a su pueblo sus propósitos de buena voluntad.
  • La bendición del Señor produce fertilidad y no le añade tristeza.
  • Promete aquí que no sólo pueblos sino reyes de pueblos vendrán de ella, o sea un gobierno organizado.

II. Esta promesa es ratificada con el cambio del nombre de Sarai en Sara (v. 15). Sarai significa mi princesa; como si su honor estuviese confinado a una sola familia. Sara significa simplemente princesa—a saber, de muchedumbres.

III. Abraham acogió esta benévola promesa con gozo (v. 17). En esta ocasión manifestó: 1. Gran humildad: Se postró sobre su rostro. 2. Gran gozo: Y se rio. Fue una risa de gozo, no de incredulidad. 3. Gran admiración: ¡A hombre de cien años le ha de nacer hijo!

IV. Oración de Abraham por Ismael: ¡Ojalá Ismael viva delante de ti! (v. 18). Que no sea abandonado y desamparado de Dios.

  • Él nos permite, en oración, sentirnos humildemente libres con Él, y especialmente presentar delante de Él nuestras peticiones (Fil. 4:6).
  • Es deber de los padres orar por sus hijos. (Job 1:5).
  • Lo mejor que podemos desear de Dios para nuestros hijos es que vivan delante de Él. Que sean partícipes del  pacto de gracia, del Nuevo pacto.

V. Respuesta de Dios a su oración; es una respuesta de paz.

1. Se le aseguran a Ismael bendiciones generales (v. 20): le bendeciré. Su posteridad será numerosa: Tendrá más frutos y grandeza que sus vecinos. Su posteridad será prócer doce príncipes engendrará.

2. Las bendiciones del pacto son reservadas para Isaac, y le son otorgadas en propiedad (vv. 19, 21).

  • Dios le repite la promesa de tener un hijo de Sara.
  • Pone nombre a este niño—le llama Isaac, risa, porque Abraham se rio y se alegró en su espíritu cuando le fue prometido este hijo.
  • Vincula el pacto a este niño.

5.- La obediencia de Abraham

23Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho. 24Era Abraham de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio. 25E Ismael su hijo era de trece años, cuando fue circuncidada la carne de su prepucio. 26En el mismo día fueron circuncidados Abraham e Ismael su hijo. 27Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él.

Se circuncidó él y toda su familia, recibiendo así la señal del pacto y distinguiéndose así de otras familias, que no tenían arte ni parte en este asunto.

  1. Fue una obediencia implícita. Rápida, sincera, universal. Se puso asimismo como ejemplo.

6.- En resumen

Dios revela progresivamente su pacto, que es una promesa con juramento.

Da una señal para distinguir a su pueblo del pacto.

Dios cumple sus promesas.

Estamos involucrados en ese pacto.

Lo mejor que podemos desear de Dios para nuestros hijos es que vivan delante de Él. Que sean partícipes del  pacto de gracia, del Nuevo pacto establecido por la sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

Fuentes:

Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bı́blico de Matthew Henry (pp. 41–42). 08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.

Nyenhuis Gerald, “Origen de la Promesa Evangélica Tomo I, Publicaciones el Faro, 1999.

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