Problemas por preferencias paternales
Génesis 37:1-36
Introducción
La Providencia se resume en esto: “Dios, el Gran Creador de todo, sostiene, dirige, dispone, y gobierna a todas las criaturas, acciones y cosas, desde la más grande hasta la más pequeña, por su sabia y santa providencia, conforme a su presciencia infalible y al libre e inmutable consejo de su propia voluntad, para la alabanza de la gloria de su sabiduría, poder, justicia, bondad y misericordia”.
“Dios en su providencia ordinaria hace uso de medios; a pesar de esto, Él es libre para obrar sin ellos, sobre ellos y contra ellos, según le plazca”.
Ya hemos notado que el libro de Génesis está organizado en “ciclos”. Los llamamos ciclos porque giran alrededor de un personaje principal.
El libro nos habla de los grandes actos de Dios, los que Él realizó en la historia humana, en servicio al pacto que había dado a la humanidad.
Dios realiza su pacto por la instrumentalidad de seres humanos, reales e históricos, y por medio de ellos realiza sus propósitos.
La realización de sus propósitos, en función de su pacto y el cumplimiento de sus promesas es lo que llamamos la providencia. Para el pueblo de Dios, la providencia es una bendición.
En este capítulo empezamos el último “ciclo” del libro que también es el más grande. También es el ciclo en el cual vemos más claramente la providencia de Dios.
Después de estudiar los “ciclos” de Adán, Noé, Abraham, Isaac, y de Jacob/Israel, ahora entramos en el ciclo de José. El autor del Génesis introduce la historia haciéndonos ver que este ciclo, como todos los anteriores, es parte de una sola historia.
La transición está bien lograda: dice “Esta es la historia de la familia de Jacob: José siendo de la edad de 17 años” tenemos que notar que el texto bíblico dice “familia” de Jacob: Ya no es la historia de Jacob.
Debemos notar que la Biblia aquí no nos relata los acontecimientos en estricto orden histórico. Lo que pasa en el capítulo 37 ocurrió antes de la muerte de Raquel y de Isaac como lo vemos en el versículo 10.
- Sueños y relaciones familiares
Parece que la presentación del joven José está diseñada para hacer que nos caiga mal. Después de mencionar que tenía 17 años y que trabajaba con sus medios hermanos en el pastoreo de ovejas, el texto bíblico nos relata que José era un informador. Delataba el mal comportamiento de sus hermanos. Esto no conduce a unas buenas relaciones entre hermanos. El odio de los hermanos hacia José es un elemento importante en esta historia, y notamos que fue en parte provocado por el mismo José.
Israel hizo peor la cosa. José era, a la fecha, el único hijo de su amada Raquel, nacido después de una larga espera. Era el predilecto de su padre, quien le coronaba de favores. Símbolo de aquello era la vestidura que le había dado. Era una túnica de muchos colores. Algunos eruditos piensan que fue una túnica de mangas largas.
El significado de la vestimenta en cada caso es el mismo. Jacob, de esta manera indicaba su preferencia hacía José, aparentemente adrede. Esto molestaba aún más a sus hermanos. La Biblia dice que le aborrecían tanto que ya no podían hablarle pacíficamente. Las relaciones familiares no eran saludables.
Tanto el comportamiento de José como el de Israel parecen diseñados para provocar ira. Aunque el odio de los hermanos era pecado de su parte, podemos entender un poco la extrema provocación.
Para hacer peor la situación, José no solamente tenía sueños, sino que los contaba. Los sueños, dice el versículo cinco, al ser relatados, hacían que los hermanos lo aborrecieran más. José obviamente estaba muy presto para contarles de los sueños, posiblemente repetidas veces.
Aun su padre, quien podemos suponer estuvo más o menos de acuerdo con el contenido de los sueños, le reprendió. Tanto los hermanos como sus padres supieron interpretar los sueños. Seguramente José se los contaba de tal manera que no podían malinterpretar el significado.
Todo conspiraba para hacer la situación mala en extremo. Todos eran culpables: los hermanos, el padre y el mismo José. El pecado reinaba en esta familia, y todos cooperaban para que fuese así.
- Los hermanos quieren corregir la situación
Jacob manda a José en otro viaje de espía. Tiene que ir a ver cómo están sus hermanos y como están las ovejas, y luego tiene que dar su informe a Israel. Los encuentra después de una búsqueda, pero no llega a ellos de sorpresa, pues sus hermanos lo ven de lejos y hacen preparativos para su llegada.
La situación para ellos ya es inaguantable. Les parece necesario liberarse de su hermano. Parece que aquí se describe lo que dice el Salmo 1 “Estuvieron en consejo de malos, anduvieron en pecadores, y se sentaron en silla de escarnecedores”.
Contra las intenciones de los otros hermanos, el mayor, Rubén, le salva de la muerte, pues los hermanos estuvieron dispuestos a matarle. Sugiere que lo pongan en una cisterna, a veces las cisternas secas servían de cárceles, como en Jeremías 38:6. Porque tenía la intención de librarlo y enviarlo a su padre. Los otros hermanos, a lo mejor, querían dejarlo morir en la cisterna.
Pero, Dios no lo iba a dejar morir. Nosotros sabemos esto porque sabemos el resto de la historia. De “pura casualidad” iban pasando ismaelitas que eran madianitas o comerciantes por la zona. Parte de su negocio era el comercio de esclavos.
A Judá le llegó la idea de que podían sacar provecho de la situación. Podían vender a José como esclavo y así podían cumplir su propósito sin que fuesen culpables de matar a su hermano, ya que como dice Judá, “Él es nuestro hermano, nuestra propia sangre”.
Los hermanos venden a José por veinte piezas de plata y los ismaelitas llevan a José a Egipto, para venderlo allí. Los hermanos solucionan su problema, de una manera mala, injusta, y pecaminosa.
Pero Dios ya tiene a José en Egipto, donde cumpliría sus propósitos soberanos.
- Más engaño
Los hermanos de José matan un cabrito, tiñen la túnica de José con la sangre del cabrito e inventan el cuento de haberla encontrado en el camino. Muestra la túnica a Jacob fin de él mismo haga sus conclusiones, y, por supuesto, concluye que José está muerto.
Falsamente quieren consolar a su padre en su tristeza, pero Jacob no quiere recibir consuelo. Una grata sorpresa le espera.
- Para nosotros hoy
- ¿Qué aprendemos como padres? Saquen sus propias conclusiones. Acerca de la distinción preferencial de personas.
- ¿Cómo interpreto Jacob los sueños de José? El Versículo 11 dice “más su padre meditaba en esto. No sabía que iba a pasar, pero si sabía que había algo importante en estos sueños.
- El odio y la envidia no nos conducen a algo bueno, sino a lastimar a la gente que está a nuestro alrededor, a nuestra familia.
- Ahora sabemos que Dios tenía sus propósitos de poner a José en Egipto, por eso aludimos a la providencia divina al principio.
- Dios tiene el control de todo lo que nos pasa aún de nuestras malas decisiones. José lo comprendió mucho tiempo después cuando dijo: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. 21Ahora, pues, no tengáis miedo” Génesis 50:20
- José es un tipo de Cristo. Cristo también fue vendido por sus hermanos.
Fuentes:
Nyenhuis Gerald “Origen de la promesa evangélica” Tomo II, Publicaciones el Faro, S.A.de C.V. Mayo 2000.
Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bíblico de Matthew Henry (p. 64). 08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
