El fin del principio
Génesis 48, 49 y 50
Jacob logró vivir en Egipto en la tierra de Gosen 17 años, con toda su familia. Fueron quizá sus años más prósperos de toda su vida. Jacob mandó llamar a su hijo José, a quien le pidió un favor muy especial, el de no ser sepultado en Egipto, sino en Canaán, no porque le era repulsiva la tierra de Gosén sino porque él pensaba en la promesa que Dios le había dado, y que había sido antes de su padre Isaac y de su abuelo Abraham, de que esa tierra, la de Canaán, tenía sus propósitos “redentivos”.
Así que le hizo jurar, mediante un juramento que nos parece raro. Pero muy simbólico. Sabiendo que José ciertamente cumpliría lo prometido.
Jacob reclama a los hijos de José como suyos
Tiempo después, le dijeron a José que su padre estaba muy enfermo. Así que José fue a ver a su padre con sus dos hijos. Jacob se sentó en su cama y le dijo a José las palabras del pacto que Dios había hecho con la simiente de Abraham, ratificado a Isaac y también a Jacob.
Génesis 48:3-4
“Y dijo a José: El Dios Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me bendijo, 4y me dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad perpetua”
En este contexto reclama a los hijos de José como propios como “hijos del pacto” y herederos de la promesa. Serán incluidos en los que heredarían la tierra prometida. Menciona a la madre de José y que murió en el camino a Belén.
Jacob pide a José que le acerque a sus dos hijos, ya que los quiere bendecir, o sea para hacer efectiva su adopción. El texto bíblico menciona que los ojos de Jacob habían sufrido los efectos de la vejez, y que estaba ciego. José entonces le acercó a sus dos hijos y Jacob los abrazó y besó.
José los arregló del mayor a la derecha y el menor a la izquierda, pero Jacob cruzó las manos y así bendijo al menor Efraín como tribu más grande que la de su hermano, aunque insistió en que Manasés también recibiría su bendición y sería engrandecido, pero la bendición principal sería para Efraín.
Génesis 48:15-16
“Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, 16el Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra”.
Así José fue bendecido en sus hijos. José pudo ver la continuidad de su línea de inmediato y de esta manera tener asegurado su lugar en las promesas del pueblo de Dios.
Dios les haría volver a la tierra prometida y él tendrá una parte más grande, por medio de sus dos hijos, que la de sus hermanos. Jacob menciona la tierra que tendrán, la tierra que él había recibido por una lucha armada, que ya no se podía disputar. Los hermanos de José aparentemente ahora están conformes, entendiendo que es la voluntad de Dios, el Dios del pacto.
Bendición profética
Jacob llamó a toda su familia para darles su bendición final, ya que sabe que va a morir. El venerable Israel sabía que era instrumento de la revelación especial de Dios. Podemos leer el Antiguo Testamento a la luz de estas palabras.
En éste último discurso de Jacob lo hace en poema con notables características de la poesía hebrea. Lo más relevante es el uso del paralelismo. Como ejemplo veamos el versículo 2 del capítulo 49.
Génesis 49:2
“Juntaos y oíd, hijos de Jacob, Y escuchad a vuestro padre Israel”.
El paralelismo es una técnica eficaz para hacer imágenes y éstas quedan en la memoria, para que los hijos de Jacob y sus hijos y todos sus descendientes lo memorizaran.
Los parlamentos sobre cada hijo son desproporcionados. También aparte de bendición hay regaño y censura en este poema.
Rubén, el primogénito, no recibe la primogenitura, y Jacob explica por qué.
Simeón y Leví juntos serían los siguientes en la primogenitura, sin embargo, pierden el derecho por la cruel e injusta venganza por la violación de Dina, son muy agresivos y Jacob no los quiere en su mesa de consejo. Ellos serían esparcidos en las otras tribus.
Judá, que ha estado actuando como portavoz de la familia, recibe el puesto oficial y recibirá la alabanza de sus hermanos. El cetro es símbolo del rey. Y éste no será quitado de Judá hasta que venga SILOH, el “enviado”, o sea reinara para siempre.
Se refiere al Mesías, y la profecía quiere decir que el reino de Judá duraría hasta el Mesías, y por el Mesías, para siempre. Además, en lenguaje muy poético. Jacob predice grandes bendiciones y riquezas a Judá. El tener animales de carga (pollino) y una abundancia de vino y leche indicaba gran prosperidad.
Judá (Génesis 49:8-12)
8 Judá, te alabarán tus hermanos; Tu mano en la cerviz de tus enemigos;
Los hijos de tu padre se inclinarán a ti.
9 Cachorro de león, Judá; De la presa subiste, hijo mío.
Se encorvó, se echó como león, Así como león viejo: ¿quién lo despertará?
10 No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos.
11 Atando a la vid su pollino, Y a la cepa el hijo de su asna, Lavó en el vino su vestido,
Y en la sangre de uvas su manto.
12 Sus ojos, rojos del vino, Y sus dientes blancos de la leche.
Zabulón habitara en las rutas comerciales y tendría un próspero comercio por el mar, desde Sidón.
Cuando Jacob compara a Isacar a un asno fuerte, no da una comparación denigrante sino todo lo contrario era una metáfora de admiración.
Dan recibió profecías contradictorias; administraría justicia, pero también mostraría una astucia engañosa.
Gad, Aser y Neftali reciben una línea cada uno: Gad sería atacado, pero devolvería el ataque, Aser tendría abundancia de comida, tan buena que pudiera proveerla al rey. Neftalí se compara con una cierva, animal gracioso, daría cierto placer estético.
José es el más extenso, y con algunos detalles. Compara a José con un árbol fructífero, Jacob se refirió al pasado amargo de José y luego a los poderosos brazos de Dios, ahora con un nuevo nombre, el “Fuerte de Jacob”. La profecía sobre José es más una expresión de gratitud que de predicción. Proyecta esta gratitud hacia el porvenir y predice que José siempre sería motivo de gratitud del pueblo de Dios.
José (Génesis 48:22-26)
22 Rama fructífera es José, Rama fructífera junto a una fuente,
Cuyos vástagos se extienden sobre el muro.
23 Le causaron amargura, Le asaetearon, Y le aborrecieron los arqueros;
24 Más su arco se mantuvo poderoso, Y los brazos de sus manos se fortalecieron
Por las manos del Fuerte de Jacob
(Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel),
25 Por el Dios de tu padre, el cual te ayudará,
Por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá Con bendiciones de los cielos de arriba,
Con bendiciones del abismo que está abajo, Con bendiciones de los pechos y del vientre.
26 Las bendiciones de tu padre Fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores;
Hasta el término de los collados eternos Serán sobre la cabeza de José,
Y sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos.
Benjamín es comparado con un lobo, pero no necesariamente en sus cualidades buenas, sino en la tendencia de buscar botín. La tribu de Benjamín sería una tribu guerrera.
Las profecías tratan más de las tribus, que de personas. Jacob repitió su deseo de ser sepultado en la tierra de la promesa, recogió los pies y fue con su Señor.
Muerte de Jacob
Cuando se muere Jacob José organiza un gran funeral. Para empezar el cuerpo de Jacob es embalsamado, y los funerales duran setenta días, con la autorización de faraón, van a enterrar el cuerpo hasta la cueva de Macpela al oriente de Mamre. Fueron en gran escuadrón.
Allí hicieron un servicio conmemorativo por siete días y lloraron con grande y triste lamentación. Impresionando a los habitantes de la tierra de Canaán.
El remordimiento de los hermanos de José
Los hermanos habían vivido en paz durante 17 años, pero sus conciencias todavía les molestaban. Todavía la culpa por lo que habían hecho roía en lo íntimo del corazón. El pecado no deja a uno que tenga la verdadera paz interior. El remordimiento queda, y esto es lo que experimentaban los hermanos de José.
Solamente el perdón puede aliviar este malestar espiritual. Es menester pedir y recibir perdón. Jacob entendía esto, y por eso, antes de morir, había aconsejado a sus hijos en lo que debían hacer. Y esto es lo que hicieron los hermanos de José.
Cuando ellos confesaban su pecado, José lloraba mientras hablaban. Les concedió el perdón, y les dio catedra de teología. Les explicó la doctrina de la providencia de Dios, y les consoló. Y después vivieron en paz, como es el deber para el pueblo de Dios.
Génesis 50:19
19 Pero José les respondió:
—No me tengan miedo. ¿Acaso soy Dios para castigarlos? 20 Ustedes se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien. Él me puso en este cargo para que yo pudiera salvar la vida de muchas personas. 21 No, no tengan miedo. Yo seguiré cuidando de ustedes y de sus hijos.
“Así que hablándoles con ternura y bondad, los reconfortó”.
La muerte de José
José vivió 110 años, lleno de recuerdos y bendiciones. Los años de sufrimiento y pruebas fueron relativamente pocos, los de bendición fueron muchos. Alcanzó a ver a sus tataranietos.
Termina con palabras de esperanza:
Génesis 50:24-26
“José les dijo a sus hermanos: «Yo pronto moriré pero ciertamente Dios los ayudará y los sacará de esta tierra de Egipto. Él los hará volver a la tierra que solemnemente prometió dar a Abraham, a Isaac y a Jacob».
25 Entonces José hizo jurar a los hijos de Israel y les dijo: «Cuando Dios venga a ayudarlos y los lleve de regreso, deben llevarse mis huesos con ustedes».
26 José murió a los ciento diez años de edad y los egipcios lo embalsamaron, y pusieron su cuerpo en un ataúd en Egipto.
Conclusión
Génesis es importante porque aprendemos los principios no solo de la creación, sino del plan de Dios para salvar al hombre y presenta los principios de las doctrinas principales de nuestra Iglesia. Conocemos fundamentalmente el pacto de Dios con el hombre y los atributos de Dios: que es el Dios creador, sustentador, la Divina Providencia, la Gracia y misericordia de Dios.
Así como empezó a formar un pueblo, lo sigue haciendo hasta ahora, por eso el mensaje sigue siendo “Dios te ayudará a sacarte de la situación de pecado en que te encuentras, es el tiempo de arrepentirte y creer en el evangelio, para pasar a formar parte del pueblo de Dios.”
