Encuentros imprevistos y dramáticos

Génesis 42 – 45


Regresamos a considerar al pueblo de Dios, aunque José todavía parece el personaje principal de la providencia divina. José no es el continuador del pacto, el Mesías no desciende de la línea de José. El propósito de esta providencia es para el bien del  pueblo del pacto.

  1. Jacob toma la iniciativa

Al estar enterado de la situación de hambruna mundial, Jacob toma la iniciativa para ir a conseguir víveres en Egipto, pues en ningún otro lado hay suficientes. La historia previa de José es el preludio de la verdadera en la que descubrimos la providencia especial de Dios para su pueblo.

Con las palabras “¿por qué se miran así, el uno al otro?” Jacob exhorta a sus hijos a actuar para ir a Egipto por alimentos. Y cumplan así con los propósitos de Dios.

Jacob revela la preferencia por Benjamín que quizá tendría unos 25 años. Parece que Jacob quería dar la herencia a un hijo de Raquel, por eso protegía más a Benjamín.

  1. Primer encuentro

Llegaron los hijos de Jacob a Egipto en medio de una multitud y encontraron a José como “Señor de la tierra. No sabían que era José, pues vestía como egipcio. José los reconoció, se conmovió y los trató ásperamente. Les acusó de espías, y por medio de una serie de preguntas astutas logró saber la historia familiar durante veintidós  años de ausencia.   

Los encarcela por tres días, e insiste en el hermano menor venga a rescatarlos. Al principio dice que vaya uno de los hermanos a recoger al menor, pero después deja que todos se vayan solo deja uno en la cárcel como rehén, a Simeón, el más agresivo.

No es que José esté vacilante, sino que quizá está luchando por tomar venganza o hacer justicia, con sus hermanos, o quizá para averiguar la actitud de ellos hacia su padre y especialmente hacia Benjamín.

Lo interesante de este relato es que los hermanos de José llevaban culpa en el corazón, por el crimen que habían cometido hacía más de veinte años. Lo que decían era importante para José, quien les escuchaba, aunque los hermano no sabían que entendía, porque hablaban hebreo y José usaba un intérprete.

José quedo sobrecogido de emoción, y tuvo que apartarse para llorar en privado, los envía de regreso con la advertencia de que si no traen al hermano menor no podrán volver a comprar alimentos.

  1. La bondad de José espanta a sus hermanos

José manda que se devuelva el dinero a sus hermanos, poniéndolo en sus sacos de trigo. Al encontrar el dinero los hermanos se sobresaltaron de miedo. Su culpabilidad estorbaba su pensamiento.

Los efectos del pecado en el corazón son duraderos, distorsionando el pensamiento y los sentimientos. Hasta que el pecado se confiese y sea perdonado sigue carcomiendo en la conciencia. Vieron la bondad de José con sospecha y miedo porque se sabían dignos de castigo por el crimen que habían hecho.

Cuando regresaron a su padre, contaron todo y también Jacob tuvo miedo, culpando a los hijos, pero piensa que contra él son todas esas cosas. Decide resueltamente no dejar ir a Benjamín a Egipto, para librar a Simeón.

Dios se muestra misericordioso con su pueblo ya que provee en tiempos de necesidad. Al mismo tiempo les llama al arrepentimiento. Los momentos entre el primer viaje y el segundo, fueron tiempos de reflexión y remordimiento para el pueblo del pacto.

  1. Jacob consiente en que Benjamín acompañe a sus hermanos Génesis 43

El hambre seguía aumentando; los hijos de Israel, e Israel mismo ya no aguantaban la falta de comida. El hambre es muy convincente. Pero al final Jacob deja ir a Benjamín. Los hermanos recuerdan las palabras amenazantes de José si no llevaban al hermano menor.

 Judá llega a ser el portavoz de sus hermanos, empieza a tomar importancia en la historia. Las palabras de Judá, en representación de sus hermanos, convencieron a Jacob. Las palabras de Jacob expresan resignación y son casi fatalistas   “Si he de ser privado de mis hijos séalo” v 11 y 14. Recordando a José y a Simeón y ahora a Benjamín.

Por fin da su consentimiento. Benjamín va con sus hermanos. Jacob recomienda tomar todas las precauciones, llevar doble dinero, y unos regalos especiales de productos agrícolas escasos y caros en Egipto. Y el pobre Jacob se queda solo, para esperar.

  1. Los hermanos se presentan a José

Cuando los hermanos se presentaron a José, éste vio a Benjamín, seguramente José esperaba este día. Al ver a la familia completa, manda a su mayordomo que los lleve a su casa y que es prepare una buena comida. La culpa, que siempre hace que se entiendan mal las cosas, les condujo a los hermanos a sospechar de los motivos de su trato.

El pecado no confesado no conduce a la experiencia del perdón y sigue molestando al alma y continúa tergiversando el juicio. Por eso los hermanos interpretaron mal la amistosa recepción.

El mayordomo les habló en paz y le restauró a Simeón. Les consoló el asunto del dinero, diciendo que había recibido la cantidad especificada, y en cuanto a él la cuenta estaba pagada. También les trató como invitados especiales, lavándoles los pies y atendiendo a sus animales.

  1. José se presenta a sus hermanos pero no se revela

José llega a su casa, los hermanos le dan los regalos, José pregunta sobre el padre, ellos dicen que vive aún  y le va bien.

José al saludar a Benjamín le dice “Dios tenga misericordia de ti hijo mío”. José ya no se aguantó  y se fue a llorar en una recamara, después se volvió a presentar ante sus hermanos, los acomodó del mayor al menor, y les dieron de comer, pero a Benjamín le dieron cinco veces más.

  1. El encuentro dramático

José trama un ardid para que sus hermanos sufrieran un poco. Cuando ya se iban los hermanos a su casa con sus costales llenos, Le puso en el costal de Benjamín  su copa especial con las que hacía sus proclamaciones o pronunciaba sus juicios. Antes de alejarse de la ciudad los alcanzó el mayordomo y los acusó de robar la copa, ellos por supuesto niegan todo y dicen que  al que se la encuentren que muera. Así que revisan cada saco hasta llegar al de Benjamín donde encuentran la copa.

Todos regresan a casa de José, y se ofrecen quedar como siervos, José pide que solo se quede el culpable como siervo. Entonces Judá en defensa de ellos y de Benjamín ofrece quedarse como siervo pues salió fiador por Benjamín ante su padre Jacob.

Judá al ofrecerse en lugar de Benjamín, no lo defiende como inocente sino que se ofrece en su lugar el justo por el injusto, vemos un tipo de Cristo y vemos como ahora Judá toma el liderazgo de los hermanos pues de allí vendrá la línea del mesías. 

  1. José se da a conocer a sus hermanos

José ya no podía contenerse delante de todos, así que hizo salir a todos sus siervos y se quedó solo con sus hermanos. Y se dio a conocer a sus hermanos y lloró mucho tanto que hasta la casa de Faraón se oyó su llanto. 

Sus hermanos quedaron impactados y no pudieron decir nada. Les repitió la noticia y hablando en hebreo les dijo ¡Yo soy José!

Luego les habla con palabras de consuelo y les dice que no deben estar tristes, ni que les pesara el haberlo vendido, pues Dios lo había hecho para preservación de vida. José no se había olvidado del Dios de la promesa. Seguramente podía contar a sus hermanos todo lo que Dios había hecho con él. José podía dar clases de teología sobre la providencia de Dios.

Las palabras de consuelo Génesis 45:4-8.

En esas palabras de consuelo también resalta la sensibilidad de José pues hasta este momento ya van 5 veces que llora (42:24; 43:30; 45:2, 14 y 15).

Actuando como tipo de nuestro Señor Jesucristo José nos muestra la sensibilidad de Jesús que en los evangelios encontramos que lloró dos veces una por la dureza del corazón de sus hermanos al no reconocer “el día de su visitación” y la otra cuando Lázaro murió”.

  1. Para nosotros hoy

Perdona

Se advierte que José estuvo luchando con algo en su interior, esto fue por una parte el deseo de venganza y por otra el amor a sus hermanos y su deseo de perdonarlos. Pero no los dejó sin hacerles sufrir un poco de lo mucho que le hicieron sufrir. Pero  él ya los había perdonado. El perdón aunque lleva consigo muchos sentimientos, emociones variadas de dolor, venganza, corajes y preguntas incontestables.

Nos libera cuando lo ejercemos, pero tiene que ser muy específico, José no justificó a sus hermanos, sino que les dijo específicamente que lo habían vendido. Y los perdonó sin que le hayan pedido perdón. Por eso nosotros tenemos que perdonar: Lo que nos hayan hecho, los sentimientos que nos hicieron sufrir y las consecuencias de la ofensa.  

Jesús sabe lo que sufrimos y está con nosotros

Jesús es altamente sensible a nuestra condición humana, se preocupa por nosotros y se conduele con los  sufren y se goza con los que se gozan. Jesús esta conmovido de los sufrientes, pero no queda allí ÉL llevó nuestras enfermedades en la cruz del calvario.

La Providencia divina nos sostiene

Hoy podemos estar seguros de que la Providencia Divina, sostiene, dirige, dispone y gobierna a todas las criaturas, incluyendo   la situación de  pandemia  que ha afectado ya a más de doce familias de nuestra iglesia y estamos seguros que está en los planes de Dios y la usará para la gloria de su sabiduría, poder, justicia, bondad y misericordia.

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